Ciencia y origen del Amonita
Los amonites son un grupo extinto de animales moluscos que están estrechamente relacionados con pulpos y calamares. Los primeros rastros de Amonita se remontan a hace 420 millones de años, mientras que los últimos rastros conocidos caen a hace 60 millones de años. Su nombre se deriva del dios egipcio Ammón, que fue representado con un cuerno de carnero. Plinio el Viejo registró por primera vez estos fósiles en el año 79 d.C. cerca de Pompeya y originalmente los llamó Ammonis Cornua por su forma de cuerno. Las criaturas que vivían en estas conchas nadaban en aguas abiertas, llenando las cámaras de la concha con gas para mantener la flotabilidad. Las Amonita se encuentran en todo el mundo, sin embargo, una gran mayoría del suministro comercial proviene de Marruecos.
Durante la época medieval en Europa, se decía que los amonitas que se descubrieron eran serpientes fosilizadas y se les dio el nombre de “piedras de serpiente” o “piedras de serpiente”. A principios de 1600, la abadesa sajona Santa Hilda se encargó de eliminar las serpientes de la zona para que su pueblo pudiera construir una iglesia sagrada. Su deber era vital debido a su creencia en la representación del diablo a través de la serpiente. Se dice que Hilda lanzó un hechizo que convirtió a las serpientes en piedra, arrojándolas desde los acantilados. Este cuento era tan popular que los talladores esculpían cabezas de serpiente en los amonitas fosilizados para retratar aún más la tradición. Debido a estas historias, se creía que los amonitas eran un protector contra las mordeduras de serpientes.
Significado y energía
Las Amonita son una de las pocas baratijas de meditación que contienen energía de fuerza vital antigua capaz de ser canalizada hasta el día de hoy. Al igual que la madera petrificada y las ortóceras, los amonitas estaban vivos y bien durante un mundo muy diferente al que vemos hoy. Estas criaturas vivían en un hábitat capaz de crear animales megalíticos en parte debido a los altos niveles de oxígeno dentro de la atmósfera de la Tierra. Las energías en las que se sostenían eran abundantes en fuerza, perseverancia y longevidad. Estos atributos de las primeras criaturas biológicas de la Tierra todavía se pueden sentir hoy en día cuando se medita con una mente dispuesta a comprender y aceptar el pasado. Sólo cuando aprendemos de nuestro pasado ancestral podemos crecer y cambiar.
Orígenes Primordiales
Los amonites fueron una de las criaturas vivas más longevas que este mundo haya visto. Vagaron libremente por nuestros mares durante casi 350 millones de años. Esto fue un testimonio de su voluntad no solo de vivir, sino de ser lo suficientemente inteligentes como para burlar a millones de años de criaturas evolutivas. Estos antiguos moluscos fueron ampliamente cazados, pero prosperaron con el miedo de poder progresar y desarrollarse con el tiempo. Esto recuerda mucho a nuestro propio lugar en este mundo de hoy. Cada día nuestras energías son entregadas a la persona equivocada y tienen la capacidad de resultar en ser aprovechadas. El instinto depredador natural de todas las criaturas en la Tierra cuando estamos siendo orados nos hace activar nuestra intuición y escuchar nuestra voz de la razón. La profunda energía de tierra de la Amonita nos proporciona guía y liderazgo para distanciarnos aún más de las situaciones dañinas (al igual que nuestro amigo amonites tenía que hacer todos los días).
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